Nací en el año 1961 en el seno de una familia de inmigrantes judíos polacos que llegaron a la Argentina a rehacer su vida. El estudio de las raíces de mi pueblo siempre fue para mí una gran pasión, así como el de las ciencias exactas. Cuando completé la escuela primaria, tuve que decidir cómo combinar las dos pasiones: la Escuela ORT fue la respuesta.
Definitivamente, las enseñanzas que recibí en ORT forjaron mi futuro profesional en ingeniería y mi carácter como persona. Tuve sabios docentes que lograron transmitir sus conocimientos y valores. Luego de terminar los estudios universitarios me incorpore a la joven y ferviente industria israelí de alta tecnología, en el campo de infraestructuras para el internet y la nube. Mis reportes técnicos de hoy siguen respetando las reglas aprendidas a los 17 años en el laboratorio y lo que aprendí en el taller mecánico lo uso siempre en mis actuales proyectos.
Mis amigos egresados de la escuela ORT viven en Argentina y en el resto del mundo. Estamos en contacto a diario gracias a les redes sociales y recordamos vivencias juntos. Nos hemos dedicado a diferentes disciplinas, pero todos forjamos nuestras vidas profesionales siempre bajo la influencia de los conocimientos aprendidos en los años adolescentes cursando en la Escuela ORT. Sólo me queda decir gracias.